El aumento se justifica por la devaluación del tipo de cambio oficial, el aumento del precio del barril de petróleo en los mercados internacionales y una suba del 1% en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, oficializada mediante el Decreto 1059/24. Esta medida tiene un impacto directo en los consumidores de todo el país, pero particularmente en las provincias de Neuquén y Río Negro.

En Neuquén, los precios de los combustibles de YPF – la principal compañía del mercado con un 60% de participación – quedaron establecidos de la siguiente manera:

La nafta Súper pasó de $962 a $988

La Infinia de $1193 a $1225

El Diesel de $1190 a $1221

La Infinia Diesel de $1432 a $1469

Este ajuste refleja la tendencia al alza que afecta a diversas zonas del país.

Por otro lado, en Río Negro los nuevos valores son los siguientes:

La nafta Súper subió de $925 a $952

La Infinia de $1096 a $1182

El Diesel de $1101 a $1175

La Infinia Diesel de $1360 a $1452

Estas variaciones también responden a los mismos factores que impactan en el resto de la región patagónica.

Este aumento, el segundo consecutivo desde la reducción de precios de octubre, muestra el constante reajuste de los combustibles frente a las fluctuaciones del mercado internacional y las políticas fiscales locales. El incremento en los impuestos, por ejemplo, contribuye al alza directa de los precios en las estaciones de servicio.

Los consumidores de Neuquén y Río Negro enfrentarán este ajuste con incertidumbre. Si bien el aumento es relativamente pequeño en términos porcentuales, es probable que tenga un efecto significativo en el costo de vida, especialmente en el transporte y en los productos asociados al consumo cotidiano. Se espera que, como en otras ocasiones, los precios de los productos derivados del petróleo se ajusten proporcionalmente a este nuevo aumento.

El impacto de este tipo de aumentos también genera preocupaciones sobre la inflación y el poder adquisitivo de los ciudadanos en las provincias del sur del país. Sin embargo, el Gobierno parece mantener su postura de ajustar los precios de los combustibles en línea con las fluctuaciones del mercado, buscando equilibrar las variables económicas internas y externas.

Este aumento de combustibles se produce en un contexto de constante presión sobre los costos de vida en Argentina. A medida que la economía se ajusta a nuevas realidades fiscales y monetarias, el costo de los combustibles se convierte en un indicador clave de cómo las políticas económicas afectan a los consumidores en su vida diaria.

Finalmente, se espera que este nuevo incremento continúe generando debate sobre la necesidad de encontrar un equilibrio entre los ajustes económicos y la protección del poder adquisitivo de los sectores más vulnerables.