El presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Martín Etchevers, aseguró que actualmente existe una “narrativa global” que pone en entredicho “el valor del periodismo”, y rechazó “las generalizaciones agraviantes y las acusaciones sin pruebas, sobre todo cuando vienen desde el poder”. 

“Hoy vivimos una suerte de narrativa global -alimentada entre otras razones por cierto chauvinismo tecnológico- que busca poner en entredicho el valor del periodismo y de los medios periodísticos“, afirmó Etchevers en la cena de fin de año de ADEPA.

Estuvieron presentes en el evento la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ministro de Defensa, Luis Petri, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, el vocero presidencial Manuel 
Adorni y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. 

También participaron los jueces de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda, además de los legisladores nacionales Emilio Monzó, Hernán Lombardi y Daniel Arroyo.

En su discurso, el presidente de ADEPA sostuvo: “En nuestro país, a fines del siglo 20 y principios de este, en dos procesos políticos de signo diferente, se oyó que la elección ´se le había ganado a los medios´ o que el triunfo político despejaba el camino frente a cualquier contrapeso”.

“La verdad es que se trata de dos planos diferentes y de dos elecciones diferentes: la sociedad elige a sus gobernantes por una multiplicidad de razones –como dijimos, personales e intransferibles– y en paralelo elige informarse con medios y periodistas con los que se identifica. Incluso los elige para que esos medios y periodistas puedan apoyar, señalar, cuestionar, controlar o simplemente aportar información propia sobre ese gobierno al que eligieron”, expresó.

En ese sentido, consideró que “la política y el periodismo tienen papeles diferentes, pero esenciales en la democracia”.

“Y cuando decimos diferentes no decimos antitéticos sino complementarios. Es que aun cuando desde buena parte del periodismo se coincida en los males que nos han aquejado, o que incluso se valoren algunos de los caminos que se transitan para abordarlos: ¿Quiere decir eso que se deba militarlos como una religión o como un dogma? ¿Que eso impide analizarlos con autonomía, marcando aciertos, pero también discrepancias? ¿Que eso obtura que se expresen otras voces, con miradas y enfoques diferentes? ¿Que no puedan abordarse situaciones, hechos o realidades que salgan de la agenda oficial, esa que aquí y en el mundo se instala legítimamente todos los días desde las oficinas gubernamentales? Claro que no”, manifestó Etchevers.

“De acuerdo a su legítima cosmovisión editorial, el periodismo puede estar más o menos cerca de un rumbo económico o de una política de gobierno. Pero no es el gobierno. Está para contar, para aportar datos, para ´examinar´ en palabras de Martin Baron, el legendario editor que recientemente visitó la Argentina. También para representar, en su diversidad, las distintas voces, miradas y demandas de la sociedad”, enfatizó.

Además, en su mensaje, sostuvo: “Como en cualquier otra profesión, tenemos aciertos y errores. Hay buenas y malas praxis. Conductas destacables y reprochables. Por eso reivindicamos el rol del periodismo en la democracia, pero no hacemos defensas corporativas. Por eso creemos que es sano para el debate público que se eviten las generalizaciones agraviantes y las acusaciones sin pruebas, sobre todo cuando vienen desde el poder”.