
El gobierno nacional anunció que se entregarán subsidios a más de 4.000 pequeños y medianos productores vitivinícolas, que sufrieron pérdidas por contingencias climáticas y se encuentran en situación de vulnerabilidad social. En total serán 500 millones de pesos y se destinarán a productores de hasta 10 hectáreas que trabajan bajo una estructura familiar, mayoritariamente en Mendoza, pero también en San Juan, La Rioja, Catamarca, Río Negro y Neuquén.
La diputada nacional del Frente de Todos, Graciela Landriscini estimó que en el caso de Río Negro y Neuquén alcanzará a entre 50 y 100 productores. “Son aportes no reembolsables, que van a fortalecer a los productores vitivinícolas muy pequeños. Son productores familiares, trabajo y mano de obra familiar”, explicó en declaraciones radiales y agregó que “son pequeñas unidades vitivinícolas que proveen a las empresas bodegueras en cada región con su producción, que fue afectada durante la temporada 22-23 por heladas y granizos que han destrozado las cosechas”.
La legisladora comentó que “esos pequeños productores tienen las plantaciones que ahora deben podar y fertilizar y carecen de los ingresos por la venta de una producción que quedó destruida o semidestruida”.
“Las contingencias climáticas afectan el ciclo productivo, los productores pequeños se quedan sin ingresos, no tienen espalda financiera para poder retomar las tareas culturales, y el gobierno nacional, en acuerdo con la Corporación Vitivinícola Argentina y el INTA, va a apoyar que se puedan seguir desarrollando esas tareas en esas pequeñas unidades productivas”, agregó.
Informó que los aportes serán de entre 80 mil y 160 mil pesos. “Es como si fuera un salario en términos de los montos de que estamos hablando, y eso depende de las hectáreas afectadas”, dijo y destacó que “el dinero que se entrega en crédito fundamentalmente en las emergencias agropecuarias, puede estar dejando fuera a pequeños productores familiares que no tienen capacidad de toma de crédito”.
“Este complemento viene a atender la necesidad urgente de los sectores más vulnerables socialmente entre los productores vitivinícolas, que en general son producciones que vienen de tiempos atrás, de productores con una cultura del manejo de viñas y con un ingreso que anualmente les facilita la posibilidad de compartir esas hectáreas con algunas hectáreas frutales y van diversificando el origen de su ingreso, pero que en estas temporadas ha habido tanto fenómeno climático adverso para la producción bajo riego”, concluyó.